¿Notaste la diferencia entre un mate común, elaborado con cuidado y dedicación, y un mate divino de diseño pero hecho a los apurones e improvisado?

El primero puede que no se robe todas las miradas, pero tiene una temperatura adecuada, la yerba bien distribuida, y el mate, apenas lo sostenés, es agradable al tacto. Apenas lo probás, sentís el sabor de la yerba caliente y equilibrada.

Las cosas simples de la vida nos enseñan que vale la pena tomarse el tiempo de pensar, planificar y aplicar las cosas con estrategia. No todo lo que brilla es oro.

Ahora imaginá eso trasladado a tu negocio: tu proyecto, tu sueño. Las recetas rápidas funcionan un rato y llaman la atención, pero la experiencia demuestra que toda moda pasa. Lo que yo te ofrezco con este servicio es una receta real: una forma de aplicar estrategia en cada fase, para ver crecer tu proyecto desde la semilla hasta el árbol.

Voy a ser sincero: no va a ser fácil. Van a haber días en los que vas a querer borrar nuestro plan de acción, no vas a querer escuchar que algunas cosas están mal, o cuántas otras están atrasadas. Somos hijos del rigor, y la procrastinación es un hábito común entre quienes emprenden.

¿Dónde está lo bueno entonces?

Vamos a ordenar tu negocio. Vamos a actualizar sus cimientos, armar planes de acción reales. Y sí: también vamos a hacer que tu mate/proyecto se vea atractivo. Pero sobre todo, vamos a lograr que cuando tus clientes lo prueben, lo disfruten, amen trabajar con vos y te recomienden.

Tu proyecto merece estar fuerte, preparado para los desafíos, y no depender de la moda del momento para sobrevivir.